Muchas veces, sentimos el deseo de hacer un cambio en nuestro cuerpo, vernos mejor, pero a la hora de empezar, te da esa pequeña flojera de tan sólo pensar que comeremos algunos alimentos que no son de nuestro agrado o haremos ejercicios continuamente, y se desaparece esas ganas de empezar una vida saludable.

Por otro lado, cuando llevamos apenas unos días de haber empezado, suele pasar que nos sentimos derrotados y comenzamos a poner excusas como »no puedo seguir porque no me da tiempo». La típica excusa que nos hacen retroceder. Para ello debemos evitarlo y tener en cuenta que la mayor fortaleza esta en nuestra mente.